Esquí de travesía ¿Subir para bajar o bajar para subir?

Por Iker Agirre Bengoetxea (Guía de montaña y TD2 esquí alpino)


Hoy os traigo un artículo de opinión sobre este tema tan hablado, sobre todo, entre los esquiadores de estación o esquiadores principalmente que practiquen esquí alpino. Claramente vamos a encontrar una división en cuanto a opiniones sobre el material, peso, en general el equipo utilizado para hacer esquí de travesía y esquí alpino.


En estos tiempos que tan de moda está el esquí en todas sus modalidades, bien sea esquí alpino o esquí de travesía, no paran de crecer los practicantes del deporte blanco. Todos buscamos lo mismo: disfrutar de la montaña, la compañía y el esquí principalmente. Es un deporte que nos transmite infinidad de sensaciones de todo tipo, tanto físicas, como psicológicas.


Más allá del mundo de las carreras y la competición (refiriéndonos tanto al esquí de montaña como al alpino), la mayoría de nosotros practicamos el esquí de manera recreacional, o esto he pensado yo siempre, y de esta manera, mi meta a la hora de bajar es buscar siempre las mejores sensaciones y disfrutar cada curva, salto, o línea que realice.


Cada persona buscará esa sensación de disfrute a su manera, es decir, un principiante disfrutará seguramente desde el primer día que se ponga unos esquís, y disfrutará ese proceso de aprendizaje y evolución, aunque termine cansado, estará satisfecho por su progreso y evolución, y como para no estarlo.


De la misma manera que muchos esquiadores de montaña disfrutan sumando metros de desnivel positivo, superando su marca personal en cada salida o realizando un descenso por X corredor, siempre va a ser satisfactorio superarse a un@ mism@, conocer nuevas rutas, valles y cimas. Al fin y al cabo, cada uno busca y encuentra su disfrute personal a su manera.






Centrándonos propiamente en los descensos, creo que el tema de disfrutar bajando puede variar mucho. Obviamente dependemos de nuestro nivel de esquí, material, la meteo y por supuesto esos “factores internos” de cada uno, me refiero a cómo nos encontramos ese día, física y psicológicamente, si tenemos motivación y fuerza o no, etc.


Creo que, para disfrutar propiamente de los descensos, nos hace falta un mínimo de técnica y control sobre nuestras tablas, si no, muchas veces la sensación principal que se obtiene al bajar es la de cansancio, miedo o descontrol. Esto es un hecho que se ve a diario en las estaciones de esquí y también fuera de ellas. Sin ir más lejos, hace años tuve un alumno que subía foqueando pero bajaba de la montaña con los esquís en la mochila, este, sin embargo, creo que es un caso “extremo”. También he sido testigo en la montaña de gente que ha pasado verdaderos calvarios en el descenso, o de sudar más en la bajada, que en la subida. 


Todos sabemos que no es lo mismo esquiar en una pista pisada o esquiar en nieve no tratada, de la misma manera que no es lo mismo esquiar con material de pista o freeride y material de esquí de montaña. Los esquiadores de alpino necesitamos peso, mientras que los esquiadores de montaña cuanto menos, mejor. Claramente esa diferencia de peso va a determinar la manera de esquiar el descenso, la velocidad, tipo de giros, etc. Dependiendo también de que tipo de esquiador seamos, esa manera de esquiar también va a influir en el disfrute de la bajada.


Personalmente, cuando hago esquí de travesía, yo subo para disfrutar bajando, y esto conlleva ciertos límites a la hora de subir, dado el peso del material que utilizo, tanto botas como esquís. Esto es obviamente porque vengo del esquí alpino y estoy acostumbrado a material “pesado”. Si hago travesía con unos esquís ultraligeros, no disfruto la bajada a mi manera y seguramente no llegue a tener esas sensaciones que buscaba, aunque llegue a casa satisfecho por la actividad en si.






Con esto, mi resumen es que cada material está hecho para una cosa, por un lado, y que cada persona busca sensaciones y objetivos diferentes en cada actividad, por el otro. Todo vale y todo se disfruta, cada uno a su manera y acorde a su nivel. Lo que para mí está claro, es que, para disfrutar bajando, lo primero, es necesaria una técnica base de esquí junto a mucha práctica, y después, poco a poco vendrá el fuera de pista y disfrutar bajando esas laderas de nieve virgen que todos soñamos, pero ojo, con esto no quiero decir que si no tienes nivel no tienes que bajar por fuera de pista, solo que disfrutarás menos del descenso propiamente dicho.